Un grupo de internas de la Unidad Penitenciaria Nº 5 de Rosario presentó una denuncia ante el Servicio Público Provincial de Defensa Penal por el agravamiento en sus condiciones de detención. El escrito detalla las malas condiciones en que las mujeres se encuentran alojadas, donde principalmente denuncian que no les brindan la alimentación correspondiente ni tampoco la atención médica.

En un informe difundido por la Defensoría provincial señalaron que "la situación se profundizó en los últimos quince días, con mala calidad de la comida, falta de agua caliente, la provisión de colchones muy delgados, falta de elementos de limpieza e higiene", y además que reciben "maltrato permanente por parte de las agentes del Servicio Penitenciario".

La defensora Jaquelina Balangione encomendó al Programa de asesoramiento integral y acompañamiento de personas privadas de libertad, que -sin aviso previo- se hicieran presentes para constatar y registrar el estado de situación de dicha unidad.

Desde el Programa inspeccionaron el área de cocina, el área de servicios médicos y el pabellón 1 donde las mujeres privadas de libertad  -desde antes de ayer- se encuentran realizando una huelga de hambre con motivo de sus reclamos de derechos habitacionales básicos.

En lo que refiere a la cocina del penal, el relevamiento se llevó a cabo a partir de las observaciones realizadas por la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria, el cual según indicaron desde la Defensoría "arrojó numerosas irregularidades en el proceso de manipulación y cocción de los alimentos; observaron deficiencias en la limpieza del lugar y en el almacenamiento de la mercadería; y se relevaron inobservancias a las medidas de protección por parte del personal, como cofias, delantales".

Al momento de las entrevistas, las internas reiteraron la mala calidad de la comida, indicaron que no hay cuchetas suficientes, que duermen en colchones en muy mal estado, que no se les brindan elementos de limpieza ni bolsas de residuos, que solamente funciona una sola ducha para 64 personas, entre otras.

Señalaron la falta de recursos humanos en el servicio médico, donde preocupan principalmente las enfermedades crónicas y demandas ginecológicas. Los integrantes del Programa constataron los dichos de las mujeres privadas de la libertad y tomaron registros fotográficos, y se constató que en los días hábiles para todo el Complejo Penitenciario hay un solo médico y tres enfermeros (uno por cada sub-unidad).

Un problema que se repite

En febrero de este año la Defensoría Regional de Rosario efectuó una acción por la falta de atención médica y el suministro de comida en el mencionado espacio de encierro.

Recordaron que "la pandemia suspendió los controles ginecológicos de las internas, y si bien el Servicio Penitenciario se comprometió a resolver este problema, lo cierto es que el ritmo es muy lento. Ello generará que no todas las mujeres alojadas logren ser atendidas, lo cual es preocupante dado que hace dos años que no reciben su correcto control en tiempo y forma".

En cuanto a la alimentación, para la Defensa Pública es de vital importancia que se mejore la provisión de alimentos en el pabellón de madres, atendiendo a que allí conviven nueve niñas y niños con sus madres, destacándose que seis de las personas allí alojadas se encuentran cursando un embarazo.