El Cabra: "La pandemia dejó en evidencia la precariedad de los artistas"
En medio de la espera de la presentación mundial de este domingo 13, desde las 15, del show online "Barricada y Asamblea", grabado en vivo por Las Manos de Filippi en Cultura al Sur, de Temperley, su líder, Hernán "Cabra" de Vega señaló que la suspensión de la actividad por la pandemia de coronavirus "puso a la vista la precariedad" con la que trabajan los artistas.
"A la semana de cuarentena, ninguno podía subsistir. Todos los músicos están al día", destacó a Télam el artista que, coherente con su reconocida militancia, continuó participando en tiempos de pandemia de festivales solidarios virtuales y encabezó un reclamo por ayuda estatal a músicos autogestionados.
Pero en tanto, la banda intentó aggiornarse a los nuevos tiempos y comenzó a experimentar con la modalidad del streaming, algo que según su líder presenta un nuevo desafío, tanto en el plano creativo como en lo referente al armado de equipos de trabajo.
"Estamos viviendo la experiencia, conociéndola, y llegamos a la conclusión que hay que armar equipos. Ahora es importante contar con buenos equipos de grabación, que garanticen buenos audios", explicó De Vega.
Pero también resaltó que "al estar la posibilidad de editar cosas, obliga a ponerte más creativo a nivel actuación, a buscarle la vuelta", porque insistió que "hacer un show igual que si hubiera público, cuando en realidad no está ahí, es un embole".
De acuerdo a "devoluciones" del público, las primeras experiencias en este sentido de Las Manos de Filippi resultaron exitosas, con participación en festivales internacionales y en un encuentro solidario organizado por los trabajadores de la fábrica de cerámicos Zanón-FaSinPat.
Precisamente, el show que estará disponible en todo el mundo desde el próximo domingo es una actuación en el marco del chileno Festival Sudamerican Rockers, en el que grupo repasó los éxitos de su discografía.
A pocos días de la llegada de este show al streaming, rebautizado como "Barricada y Asamblea", Cabra de Vega reflexionó ante esta agencia sobre las dificultades de los artistas independientes en tiempos de pandemia.
—¿Qué puede contarnos del show online que se estrenará el domingo?
—Es un show que hicimos para Chile. Fue nuestra primera experiencia por streaming. Lo grabamos en Cultura al Sur y como se vio solo en Chile, la idea es que se pueda ver en todo el mundo, así que desde el domingo va a estar subido por 48 horas. Fue muy rara la experiencia de tocar en vivo sin sentir la energía del público. A veces, uno llega a un show cansado y la energía de la gente te pone arriba. Esa parte es difícil, en este caso. Pero quedamos contentos con la experiencia. Notamos que es algo que, aunque no deja de ser parte de nuestro oficio, tenemos que aprender. Hay muchas posibilidades para hacer, hay que pensar más.
—¿Qué significa para un artista independiente este crecimiento del streaming? ¿Democratiza la posibilidad de llegar al público o replica las conocidas lógicas de la industria?
—Al principio, yo tuve una alegría porque yo mismo, que no soy muy de las redes, hice algunos vivos por instagram y me pareció que era una herramienta que iba a ayudar a difundir bandas que no se conocen, pero después fue copado por las empresas el tema de las transmisiones online. Ahora, es cierto que por el hecho de tratarse de lo único que hay a nivel laboral, tampoco los artistas podían hacerlo de manera gratuita. Eso es tocar gratis. Pero yo creía que internet era la herramienta de los desconocidos hasta que la tomaron los reconocidos y ahora sirve a ellos.
—¿Cuál es entonces el camino que puede seguir el artista autogestionado al perder este espacio que parecía exclusivamente suyo?
—Yo soy parte de un grupo de músicos organizados que empezamos a armar asambleas y confeccionamos un petitorio que acercamos a las autoridades de Cultura. Ahí pedimos un pago de 30.000 pesos para artistas sin trabajo desde que empezó la cuarentena, el cobro de impuestos a las plataformas digitales y que el Estado ponga espacios pagos de trabajo online para bandas, entre otros puntos. También exigimos la reincorporación de casi 40 músicos de la Orquesta de José C. Paz, que fueron despedidos por la pandemia.
—¿Cómo se articula esto con organizaciones surgidas en los últimos tiempos, como la de la Asociación de Managers, que trabajaron en protocolos para poder volver a los escenarios?
—Ese protocolo no abarcaba a todas las bandas. Muchas de esas cosas no pueden ser cumplidas por bandas que no son reconocidas. Con los streaming pasa lo mismo. La mayoría de los músicos no pueden acceder a ellos sin perder plata. Lo importante de los reclamos es que atienda a los músicos que laburan en la calle o los que solo subsisten con lo que laburan tocando los fines de semana.