Científicos rosarinos descifran secretos sobre la regeneración de las plantas
El equipo del biólogo Javier Palatnik, del IBR Conicet Rosario, descubrió el mecanismo molecular que determina la regeneración de raíces dañadas. Un avance científico de nota, publicado en la prestigiosa revista Nature Plants
Un equipo de investigación del CONICET Rosario, liderado por Javier Palatnik en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), realizó un importante descubrimiento sobre la regeneración de raíces en plantas.
El estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature Plants, identificó un mecanismo molecular clave que regula la regeneración de las raíces cuando estas sufren daños. La investigación se centró en la interacción entre los factores reguladores del crecimiento (GRFs) y un microARN denominado miR396, que juntos controlan la división y diferenciación celular.
“Fuimos los primeros en el mundo en estudiar este sistema; comenzamos en 2005 con financiamiento a proyectos de ciencia básica, pero hoy esos conocimientos derivaron en patentes con aplicaciones concretas en agrobiotecnología”, destacó Palatnik en un comunicado publicado en la web del Conicet.
El equipo logró demostrar que al aumentar la actividad de los GRFs, las raíces regeneran su estructura normal con mayor rapidez, mientras que si su actividad es menor, las raíces pueden continuar creciendo pero con una organización diferente.
“Esto es algo que no había sido descrito hasta ahora: el hecho de que la raíz no necesariamente reconstruya su estructura original y aun así pueda seguir creciendo”, explicó el investigador.
Para llegar a estos resultados, el equipo empleó avanzadas técnicas de microscopía de fluorescencia, con más de mil horas de observación, y colaboró con la Universidad de Heidelberg en Alemania. Gracias a estos avances, las herramientas desarrolladas podrían facilitar la propagación de cultivos modificados genéticamente, una de las mayores dificultades en la biotecnología vegetal.
“Este conocimiento podría mejorar la regeneración en especies de interés agronómico, pero aún hay que perfeccionarlo para que sea más eficiente y universal”, concluyó Palatnik.