El Chat GPT irrumpe en las aulas: los desafíos e interrogantes que se vienen
Este modelo de lenguaje basado en Inteligencia Artificial surgió a fin del año pasado y es capaz -entre otras cosas- de producir textos sobre cualquier temática en instantes. Esto ya da lugar a la polémica, especialmente en el ámbito educativo: ¿se trata de una herramienta enriquecedora para la enseñanza y el aprendizaje o un peligroso atajo para estudiantes vagos? ¿Acaso no pasó lo mismo ya con enciclopedia Encarta y Wikipedia?
Aunque incipiente, el ChatGPT constituye un verdadero fenómeno de Internet desde que se lanzó en noviembre de 2022. Es que la herramienta basada en la Inteligencia Artificial (IA) es capaz de resolver dudas de los usuarios en tan solo cuestión de segundos. También puede sostener diálogos, traducir o producir textos relacionados con cualquier temática. Asimismo, al tiempo que abre un universo de posibilidades y desafíos, en el ámbito educativo comienzan a surgir interrogantes con respecto a su incorporación en las formas de enseñanza y aprendizaje. Y, al igual que sucedió décadas atrás con la irrupción de Microsoft Encarta (la primera gran enciclopedia virtual) o -posteriormente- con Wikipedia, comienzan a surgir los debates sobre su ¿buen? uso, al tiempo que algunos ya lo ven como una amenaza.
“Es importante señalar que, aunque el Chat GPT tiene muchas aplicaciones útiles en la educación es una herramienta de inteligencia artificial que aún no puede reemplazar completamente la interacción humana y la enseñanza en el aula. El Chat GPT debe ser utilizado como una herramienta complementaria para mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes”. Esto último es una de las cuestiones que plantea el propio Chat GPT al ser consultado por RosarioPlus en relación a su aporte al sistema educativo.
“Acceso rápido y fácil a la información, aprendizaje personalizado, retroalimentación en tiempo real y aprendizaje colaborativo”, menciona el software como algunas de sus “ventajas”. Asimismo, subraya que “a pesar de sus beneficios", su implementación en las instituciones educativas "también presenta algunos desafíos”.
Sobre esto último, el chat advierte que “es posible que los estudiantes se vuelvan demasiado dependientes del modelo y no desarrollen habilidades críticas de pensamiento y resolución de problemas. Además, existe el riesgo de que los estudiantes se sientan aislados y desconectados de sus compañeros y profesores si dependen demasiado del modelo para obtener ayuda y retroalimentación”.
A nivel mundial, cada vez son más las instituciones educativas que no solo prohíben su utilización sino que promueven sanciones que en algunos casos implican la expulsión de estudiantes que transgredan la normativa. Tal es el caso de las escuelas públicas de Nueva York (Estados Unidos), el Instituto de Ciencias Políticas de París (Francia) o recientemente la Universidad de Hong Kong (China). Asimismo, en Argentina -y más precisamente en Rosario- recién ahora se comienza a pensar en sus usos y posibilidades en el marco de la vuelta a clases, tanto en el nivel secundario como en el terciario, donde ya existen propuestas académicas para formar profesionales en el diseño y desarrollo de sistemas y/o modelos de IA.
La Universidad Nacional de Rosario (UNR) puso en marcha en 2022 la Tecnicatura Universitaria en Inteligencia Artificial en la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, en articulación con el Polo Tecnológico Rosario. En el primer año de la carrera, los docentes propusieron a los estudiantes construir una historia utilizando el Chat GPT-3 (una versión anterior al Chat GPT) e ilustrarla con herramientas de generación de imágenes. “Es un primer acercamiento para ver qué limitaciones hay y lo difícil que puede llegar a ser obtener el resultado que uno quiere. Porque uno tiene que pensar si ese resultado refleja realmente lo que queríamos, qué le falta o qué puede mejorar. Eso va en línea con las posibilidades que puede tener una herramienta así en el día a día de la docencia y cómo usarlo en el aula”, señaló a RosarioPlus Ignacio Evangelista, coordinador de la Tecnicatura.
Resignificar los roles
Lejos de considerar al chat como un peligro para la docencia, Evangelista sostiene que es una oportunidad para “apuntar más alto”. “Es una amenaza en tanto y en cuanto se considere el proceso de enseñanza y aprendizaje como la transmisión de contenidos enciclopédicos, aprender definiciones de memoria o resolver problemas mecánicamente aplicando fórmulas. Esta herramienta nos invita a levantar un poco la vara en el sentido de la jerarquía de operaciones mentales que se tienen que poner en ejercicio para usarla. Si le doy un enunciado de algún problema tradicional de algún cuadernillo de Física probablemente me dé una respuesta. Pero, ¿es eso lo que yo quiero que el estudiante aprenda? ¿Quiero que resuelva un problema haciendo un par de cuentas o que entienda el concepto detrás? En este sentido, podemos pensar en prácticas donde el Chat GPT me ayude a entender. Esto pone en práctica el desarrollo de una actitud creativa, curiosa”, explicó.
“Es una nueva forma de pensar el mundo. En un principio asusta un poco porque uno lo primero que piensa es que las máquinas van a reemplazar a los humanos. Sin embargo, por muy desarrollada y entrenada que esté, a la IA le falta mucho para ser perfecta. Puede elaborar, por ejemplo, un texto argumentativo, pero el ser humano tiene que estar controlando que eso esté bien, porque ese texto no deja de ser una reproducción de algo que ya está hecho”, reflexionó Edel Sguazzini, docente de Lengua y Literatura en nivel secundario y estudiante de la Tecnicatura. En este sentido, destacó la necesidad de “incorporar, no reemplazar”. “Más allá de la docencia en sí, se trata de un desafío social. Los chicos se vinculan a través de las redes sociales y cuanto más avance la IA, el peligro es que se confunda esa compañía artificial con lo humano, que ese contacto social sea cada vez más difícil, y ahí en el medio está la escuela. Hay muchos docentes que tienen una mirada muy tradicionalista. Tenemos que pensar qué herramientas les podemos dar a los chicos para que no solo tengan acceso a ese recurso sino que además lo puedan utilizar a su favor”, sostuvo.
“Por un lado, no deja de ser una herramienta en donde uno tiene que escribir y una de las principales dificultades con la que nos encontramos es la redacción, por lo que si uno quiere refinar los resultados hay que poner un esfuerzo humano. Por otro lado, una herramienta como esta te puede ayudar a elaborar un informe o un trabajo de investigación, pero algunas ideas son repetitivas o vagas”, sumó Evangelista.
En la misma línea se expresó Mariela Daneri, docente de Comunicación Social y Secretaria de Extensión y vinculación de la Facultad de Ciencia Política: “Hay que pensar que estos avances podemos entenderlos como grandes herramientas que en el caso del chat GPT requieren de ciertas destrezas por parte de los usuarios, ahí esta el gran tema. Uno tiene que brindar información u órdenes para generar el diálogo y muchas veces se encuentran fallas y errores. Ahí surgen dos primeros interrogantes importantes de analizar: por un lado el hecho de la veracidad de los textos, de aquello que produce que el chat GPT y, por otro lado, su aplicación, es decir para qué producimos lo que producimos, qué vamos a hacer con eso”.
“¿Serán textos o cálculos que nos ayuden a tomar decisiones, a planificar, a pensar políticas públicas o estrategias pedagógicas?. No solo hay que pensar acerca de la construcción misma del nuevo producto sino además sobre su utilización posterior. Con lo cual, hay algo que tiene que ver con la verificación que nuevamente nos retorna a la cuestión de las destrezas de los usuarios”, sumó.
Asimismo, Evangelista explicó que en situaciones de aulas colmadas de estudiantes (como suele suceder en el nivel universitario) , el chat constituye un “aporte” para un aprendizaje más personalizado y el rol del docente cobra relevancia como “supervisor”. “Hay que enseñar a validar las respuestas porque si se piensa que es la verdad absoluta tenemos un problema. Muchas veces el chat repite errores conceptuales que están dando vueltas en Internet, porque son modelos de lenguajes que se entrenan con un conjunto de textos escritos por humanos. Todos los sesgos y las fallas de interpretación de las que somos victimas las personas se replican en estas herramientas, por lo que potencia el pensamiento crítico. Hay una responsabilidad social, no puedo simplemente copiar un resultado sin pensar en las consecuencias que puede traer”, reflexionó.
Por otro lado, advirtió que el chat GPT pone a las evaluaciones en jaque. “La realidad es que los docentes siempre nos preguntamos para qué evaluamos y cómo. Cuál es el propósito o qué estoy evaluando cuando hago una pregunta. El Chat GPT no hace más que estimular ese ejercicio de interpelar la práctica y resignificarla”.
“Las nuevas tecnologías claramente han acelerado no solo lo que tiene que ver con los accesos sino con el consumo de este tipo de herramientas. En carreras como las nuestras, tenemos que avanzar en la cuestión de cómo incluimos estos conocimientos en las mallas curriculares y cómo hacerlo con una perspectiva didáctica. Los avances tecnológicos son sumamente veloces y el consumo masivo es mucho más lento. Este boom surgió a fines del año pasado, por lo cual ahora hay que ver cómo son las lógicas de consumo y la apropiación de los usuarios. En un principio creemos que cada avance tecnológico es apocalíptico y luego lo terminamos incorporando”, auguró Daneri.
En este sentido, Evangelista manifestó que “no hay que oponer resistencia, hay que aprovecharlo. Abrirle los brazos. Es la creatividad del docente la que también se ve estimulada”.