Un juez en San Lorenzo responsabilizó a un joven por el suicidio de quien era su pareja, al entender que la mujer tomó esa decisión en un contexto de violencia de género y abrumada por constantes agresiones físicas y psicológicas, insultos, amenazas, acoso.

El caso, llevado a juicio por la fiscal sanlorencina Melisa Serena y confirmado con imputación por el juez Carlos Gazza, puede configurar un precedente a la hora de juzgar la violencia de género.

El imputado es Nelson F. (su identidad completa se reserva mientras no haya condena firme), de 23 años. Quedó en prisión preventiva por 60 días prorrogables, a la espera del juicio por el delito de instigación al suicidio en contexto de violencia de género en carácter de autor y en grado consumado.

El desenlace fatal de esta historia de violencia y dolor ocurrió el lunes 28 de octubre, en el domicilio de la víctima, en Fray Luis Beltrán. Y lo precedieron meses de diversas formas de hostigamientos contra ella, Romina Cisneros, de 36 años. Aseguró la fiscal que ese destrato tenía por objetivo “mantener una subordinación de poder sobre la víctima, producto del cual situaron a la víctima en un grave estado de vulnerabilidad emocional que permitió persuadir a  la misma a terminar con su vida al rociarse con alcohol para luego prenderse fuego con un encendedor”. 

Eso fue lo que aconteció aquella tarde. Luego de una discusión que se prolongó todo el día, hacia las 20 la mujer acabó por prenderse fuego, tal como atestiguó una persona presente en la casa.

Romina había enviudado y con ella vivían dos hijos de su pareja anterior. Había entablado noviazgo con Nelson F., pero los testimonios coincidieron en describir que ella padecía violencia de género.

La calificación legal esta basada en evidencia objetiva recolectada en el acta de procedimiento, entrevista al testigo, inspección ocular del lugar, vistas fotográficas, croquis demostrativo del lugar de los hechos, historia clínica remitida por el Hospital Granaderos a Caballo y preinforme de autopsia.