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En menos de un año, Donald Trump demostró que casi todos estábamos equivocados en la evaluación de sus posibilidades de convertirse en el candidato presidencial del partido Republicano.

El pasado martes en Indiana dejó en el camino a los dos últimos rivales de los 16 que debió enfrentar durante una dura elección interna que todavía no terminó, porque falta votar en casi una decena de distritos. Pero luego de la retirada del senador por Texas, Ted Cruz, y del gobernador de Ohio, John Kasich, Trump quedó como el único candidato en competición, aunque no haya reunido aún los 1237 delegados que necesita para consagrarse candidato presidencial. Le faltan menos de 200 cuando quedan 514 en juego y ningún rival para disputárselos. Sólo es cuestión de tiempo para que la convención republicana, que tendrá lugar entre el 18 y el 21 de julio en Cleveland, oficialice su nominación.

El error de la subestimación

La historia del ascenso de Trump es la historia de su subestimación. Lo cierto es que muy pocos pensaban en que era posible que venciera en una interna tan difícil como la republicana, con numerosos políticos con trayectoria, con talento y hasta con familiares presidentes como Jeb Bush. De Trump se dijo que no tiene experiencia de gestión, que no sabe nada de política internacional, que es poco más que un showman, que lo suyo son los negocios y la farándula, que es un mentiroso, que es racista, que no podría convencer a nadie. Algunas de esas afirmaciones son ciertas, otras no, pero la clave del éxito político del multimillonario está en otra parte.

Lo que nadie pudo ver -y el sí- es la crisis que atraviesan los sectores populares más tradicionalistas en los Estados Unidos, los característicos blancos, anglosajones y protestantes. Si hay algo que Trump entiende es la comunicación social, el funcionamiento de los medios y a eso le agregó el plus de decir lo que muchos pensaban y no se animaban a decir. El magnate entendió como nadie los temores de un sector del electorado que habitualmente le da la espalda a las urnas. Personas para las cuales el sueño americano, mediante el cual sólo con el propio esfuerzo se puede triunfar en una tierra plagada de oportunidades, está caduco. Personas que rebozan de miedo a casi todo: a que los inmigrantes les quiten “su” trabajo, a que los latinos, los afroamericanos y los asiáticos se apropien de “su” país, a que los musulmanes atenten contra “su” vida. En síntesis, miedo a todo lo distinto. Trump supo cómo capitalizar todos esos miedos.

¿Cuáles son las posibilidades reales de que Trump gane las elecciones?

Los sondeos de opinión no favorecen a este rico empresario de la construcción de 69 años que provocó una verdadera revolución mediática en los Estados Unidos y en casi todo el mundo. 

A pesar de no haber concluido la interna del partido Demócrata, no quedan demasiadas dudas acerca de que será Hillary Clinton la vencedora y la contrincante de Trump en las presidenciales del  8 de noviembre. Se trata de una de las figuras con mayor experiencia en la política de los Estados Unidos y una de las más identificadas con el establishment, ese nebuloso conglomerado de élites políticas y económicas de Washington y Nueva York señalado por conducir los destinos del país en beneficio exclusivamente propio.

Pese a que Clinton perdió el martes pasado en las primarias demócratas de Indiana ante su rival, el senador por Vermont Bernie Sanders, es prácticamente imposible que él le impida coronarse como nominada en julio, una vez haya concluido oficialmente el proceso electoral interno. Una mención especial merece Sanders, que le hizo cuesta arriba el proceso electoral a Clinton. El senador autodefinido como socialista, representa para la centroizquierda lo que Trump para la centroderecha, alguien que desafía a las estructuras de poder tradicionales hacia dentro y hacia afuera de su propio partido, enarbolando un mensaje de cambio radical.

Pero volviendo a Clinton y a las cifras de las encuestas, cabe decir que los principales sondeos le otorgan a Clinton una ventaja promedio de más de seis puntos sobre Trump. El republicano tiene imagen negativa en el 67 por ciento del total de los estadounidenses, en el 75 por ciento de las mujeres, en el 74 por ciento de los jóvenes, en el 91 por ciento de los afroamericanos, en el 81 por ciento de los latinos, en el 73 por ciento de los blancos con educación superior, en el 66 por ciento de las mujeres blancas y en el 72 por ciento de votantes moderados, de acuerdo a un sondeo del Washington Post y la cadena ABC. Eso no significa que las cifras no puedan cambiar y para eso existen las campañas electorales. Y pese a que Trump es el candidato más impopular de las últimas décadas, Clinton está identificada con los círculos de poder tradicionales y es cuestionada por algunos procedimientos cuando fue secretaria de Estado de política exterior durante la primera presidencia de Obama, por lo cual ocupa el segundo lugar en impopularidad para las próximas elecciones. La presidencia se dirimirá evidentemente, entre políticos impopulares.

Algunos motivos por los cuales Trump podría torcer el rumbo de las elecciones

Hay varias razones por las cuales Trump podría ganar terreno frente a Clinton e inclinar a su favor la voluntad de muchos electores. He aquí algunas de ellas.

1. Es un outsider de la política. Es el primer candidato presidencial que no fue elegido nunca antes para ningún otro cargo público, algo que no sucedía desde que Dwight Eisenhower disputó y ganó las elecciones en 1953. Este no es un tema menor, porque muchos votantes no lo identifican con el establishment político y financiero del país al que acusan de muchos de sus males, y sí la identifican con ese sector a Hillary.

2. Es un híbrido ideológico. Sostiene ideas de derecha y de izquierda al mismo tiempo y sin inmutarse. Está en contra de los latinos e inmigrantes, pero está a favor de las pensiones sociales. También se diferencia de los republicanos conservadores tradicionales. Esto podría reportarle votos de la centroizquierda que no cree en Clinton.

3. Su votantes están convencidos. Agrada a un sector que antes ni se molestaba en participar. Los votantes de Trump lo entienden y le creen. Él habla un lenguaje directo y sencillo -a veces chabacano- que produce una identificación inmediata con mucha gente que desprecia el vocabulario técnico de muchos políticos. Por el contrario, habrá que ver si las personas que votaron con convicción a Sanders en las internas demócratas trasladarán con convicción su voto a Clinton o se quedarán desanimados en sus casas.

4. El caso de los emails. Cuando era secretaria de Estado, Hillary Clinton usó una dirección de email privada en vez de la oficial. Decenas de miles de esos emails se perdieron. Información confidencial pudo haber quedado comprometida. El Congreso y el FBI investigan. Pero lo peor es que en cada entrevista y cada conferencia de prensa debe explicarse sobre sus correos electrónicos. Los republicanos sueñan con que el caso llegue pronto a manos del Poder Judicial.

5. La promesa incumplida de “cambio” de Obama. Finalmente, aquella promesa que blandía Barack Obama en 2008 cuando llegó al gobierno, no se pudo materializar como muchos deseaban. El margen de maniobra del actual presidente fue mucho menor de lo esperado en lo que se refiere a la política doméstica. En ese sentido, Trump representa mejor la expectativa de cambio frente a Clinton, asociada a la continuidad.

6. Lo imprevisible. Una catástrofe natural, un atentado, un percance de salud, un escándalo, cualquier imprevisto forma parte de una campaña electoral, y Donald Trump hizo de su propia imprevisibilidad una eficaz arma electoral.

Independientemente de sus mentiras comprobadas (un estudio señala que el 75 por ciento de todo lo que dice no es cierto), sus menciones despectivas hacia inmigrantes, musulmanes o latinos, hacia la Argentina en particular -pese a su antigua amistad con el presidente Macri- Donald Trump podría convertirse en el próximo presidente de los Estados Unidos, el comandante en jefe de la primera potencia mundial, el hombre que accederá al botón nuclear. Es improbable, pero no es imposible.