El presidente Javier Milei sigue de racha, entre el blanqueo de capitales -una invitación a seguir fugando divisas total después no pasa nada- y la liquidación del campo que es récord desde 2002; los dólares fluyen por el país y le dan perfume a la primavera financiera que posibilita seguir echando la mugre bajo la alfombra. La economía real no despega, la desocupación aumenta y la ficción monetaria en la que vivimos hará que los argentinos que puedan, le hagan al Banco Central por el turismo de este verano un agujero que ya se calcula en 1.300 millones de dólares. Hoy un hotel en la costa atlántica ya cuesta lo mismo que uno en Barcelona.

La bicicleta financiera que Elisa Carrió pidió “sea para todos”, no funciona en esos niveles. Nadie que atesora dólares en el colchón está dispuesto a arriesgar los ahorros de su vida. Vender dólares, ponerlos a plazo fijo para después sacarlos y comprar más dólares, el famoso carry trade, es para quienes tienen muchos dólares e información calificada.

En Santa Fe ya se calculan en 12 mil los puestos de trabajo destruidos desde que asumió este gobierno. Y encima, el desocupado de hoy no es igual al de los ´90. Hoy hay mucha más crueldad e individualismo, con lo que el que se quedó sin empleo se sentirá mucho más desamparado. 

Hasta las autoridades de Trabajo de la provincia confirman que si bien cedieron las suspensiones laborales se incrementaron los despidos. La acelerada erosión salarial permite que las indemnizaciones no sean un cuco para los empleadores. Sólo los que consideran a sus trabajadores como un activo tratan de conservarlos.

La empresa Dow que quiere cerrar en Puerto General San Martín por una decisión estratégica para proveer poliuretano desde su otra planta en Brasil está ofreciendo indemnizaciones de hasta el 160% para intentar quebrar la solidaridad gremial que el SOEPU intenta sostener entre las 120 familias afectadas.

Esta semana el gobierno de Maximiliano Pullaro quedó expuesto con el tema. El Senado le dio sanción unánime a un proyecto del senador Armando Traferri que es lo más parecido que se consigue a una expropiación de la planta química en el Cordón Industrial. Cuando el expediente tenía que viajar a la Cámara de Diputados para su sanción definitiva, una mano negra apareció y lo frenó en el trayecto. Fue tan burdo que hasta desapareció del sistema informático. Algunos hablan de decisiones inconsultas de los senadores del oficialismo y hasta de llamadas desde la embajada de Estados Unidos en el país.

Santa Fe, como todas las provincias, están borradas del mapa político y económico. Ahora la nación quiere pagar deuda con bienes de su propiedad que ya están en las provincias. Es como si te vinieran a vender algo que ya tenés. La provincia imita al municipio de Rosario y saldrá a colocar deuda para obras públicas que se frenaron desde que la anomalía Milei gobierna el país. Hablan de 50 mil millones de pesos, que es mucha plata pero no tanta para las obras que se necesitan. Y, desde luego, será dinero que Santa Fe deberá cancelar en algún futuro
 no muy lejano.