Fiscalía reafirma que el barra Pitito Martínez entregó a Pillín a su muerte
La fiscal Pairola ratificó que el ladero de Andrés Bracamonte lo hizo llegar hasta el lugar donde lo emboscaron a tiros junto con Daniel Attardo. Apresan a la hija de otro barra asesinado años atrás.
La fiscal Georgina Pairola prolongó este martes la prisión preventiva de Leopoldo Martínez, alias Pitito, involucrado como el probable entregador del jefe de la barra de Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, a los sicarios que lo asesinaron a sangre fría el 8 de noviembre, a dos cuadras del Gigante de Arroyito luego de un partido. Dispuso que siga detenido hasta abril quien secundaba a Bracamonte en el paravalanchas, junto con la otra víctima de la emboscada, Daniel “Rana” Attardo.
Pero además, en la audiencia que se realizó este martes en el Centro de Justicia Penal, la fiscal -en reemplazo del fiscal Alejandro Ferlazzo- imputó además a Marcelo Martínez, un primo de Pitito, porque averiguó que éste participó de la sustracción de una riñonera y del teléfono celular de Attardo, desde el interior de la camioneta de éste, en la rampa de acceso del Hospital Centenario, cuando aquella noche llevaron a los dos baleados en procura de atención médica.
Esta imputación derivó en la misma jornada en la orden de allanamiento y detención a una mujer que Martínez involucró: se trata de la hija de Julio Navarro, alias Cara de Goma, otro barrabrava que murió asesinado en mayo de 2016, en su barrio, 7 de Setiembre.
Entonces la policía allanó este martes la vivienda de la mujer, de 34 años, en Brandsen al 1200, barrio Lomas de Alberdi, y justamente halló la riñonera de Attardo que le había entregado Martínez la noche del doble crimen. Además, secuestró una pistola calibre 380 y un revólver calibre 32, con balas y cargadores varios.
La fiscal Pairola imputará también a esta mujer. Mientras tanto, ayer ratificó que, según la reconstrucción de la escena criminal, aquella noche, y en la penumbra de un sospechoso corte de luz sobre bulevar Avellaneda mientras salía el público que había asistido al partido entre Central y San Lorenzo, Pitito Martínez facilitó el crimen de su referente hasta entonces, Bracamonte.
Dijo que Pitito había sugerido antes por teléfono a Pillín que salieran con Attardo por esa vía, pero en la esquina con Iberlucea lo abordó y se puso a conversar entre el gentío. Martínez acodado sobre la ventanilla del lado del acompañante de la Chevrolet S10, y Pillín sentado y confiado. Entonces Martínez tomó distancia de pronto cuando aparecieron los pistoleros y arreciaron a balazos contra Bracamonte y Attardo.
Quedó comprobado en la audiencia que en ese interín pasaron una ambulancia y dos patrulleros pero no se detuvieron a pesar de lo que acababa de ocurrir. Y Pairola ratificó que los Martínez en el hospital hicieron desaparecer los teléfonos celulares de las víctimas para borrar pruebas de que Pitito lo había engañado en la charla previa.