Puerto General San Martín sumó este jueves otro asesinato, el segundo en estos primeros diez días del año, lo que configura una frecuencia excepcional para una ciudad chica. Y esta vez el contexto no sería la violencia urbana derivada del crimen organizado como suele ser frecuente en el Gran Rosario, sino un enfrentamiento intrafamiliar a juzgar por la declaración de un testigo.

Juan Ojeda conversaba con otro hombre a las tres y media de la tarde, en la esquina de Moreno y Belgrano, en el borde de una plazoleta cerca al río y a la planta de la cerealera Buyatti. Sería este último quien relatara luego a la policía que un hijo de la pareja de Ojeda pasó frente a ellos a bordo de una moto y le gritó “A la vuelta paso”, y le hizo un gesto amenazante como de degüello.

Y el joven cumplió su advertencia. Minutos después regresó acompañado por otro, y encaró a su padrastro. Según el relato del testigo, el joven apuñaló al menos cuatro veces a Ojeda, una en el pecho y tres en las piernas.

“Comienza a buscarlo para pelear y veo que desde el interior de la manga de la campera saca un arma blanca tipo faca de unos 15 centímetros aproximadamente y lo empieza a apuñalar hasta dejarlo tirado en el piso”, relató.

El agresor y su acompañante huyeron, mientras Ojeda fue auxiliado por el hombre con el que conversaba, y otro muchacho que pasó en moto y se detuvo. Así lo llevaron como pudieron hasta un centro de salud cercano, y de allí al policlínico Eva Perón, en Granadero Baigorria, donde finalmente falleció. 

La fiscal Melisa Serena interviene en la investigación. El joven acusado por el crimen está prófugo.