Un testigo vio el choque, la fuga y encontró el auto cuando iban a incendiarlo
Un vecino de Puente Gallegos presenció el momento en que un automovilista escapó luego de arrollar faltamente a Ana María Altamirano. Le avisaron por redes dónde estaba el auto tumbado en un camino rural y fue: al llegar puso en fuga a dos personas, y cree que iban a quemar el coche para borrar pruebas.
El trasfondo del accidente que le costó la vida a Ana María Altamirano, atropellada y abandonada el viernes a la noche en Puente Gallegos, se reveló por la oportuna e involuntaria presencia de dos muchachos que ahora son testigos clave. Ellos presenciaron la colisión fatal, la huida del conductor, y luego fueron quienes encontraron el auto descartado en un zanjón entre Pérez y Soldini y pusieron en fuga a unas personas que pretendían incendiarlo para eliminar pruebas.
Uno de esos jóvenes se llama Isaías y contó al móvil de Sí 98.9 que el viernes 31, a eso de las 22:15, estaba en la casa de un primo, en ese mismo barrio y a metros del corredor donde Ovidio Lagos deja de serlo para convertirse en el comienzo de la ruta 18.
"Salimos a tirar una bomba de estruendo y apenas explotó escuchamos un impacto, miramos a la calle y vimos un auto que arrastraba algo y sacaba chispas. Pensamos que era el caño de escape pero no, era una moto. Y a 50 metros había una chica tirada, pero cuando la vi no me quise acercar porque la chica estaba muy mal. Llamamos a una ambulancia pero tardó una hora en llegar. Llegó una de Álvarez, y los paramédicos querían dejar a la chica preparada para que la llevara una ambulancia de Rosario. Pero no aparecía, así que los hermanos de la chica insistieron para que la llevaran ellos al Heca, y así hicieron", relató.
Isaías publicó en redes sociales lo que acababa de ver, un amigo suyo compartió el posteo y así fue que a la mañana siguiente, el sábado antes de las 9, alguien respondió para avisar que en un zanjón del camino viejo a Soldini había un auto volcado en la cuneta, con características similares a las del vehículo que atropelló a Ana María Altamirano y cuyo conductor escapó.
"Me fui a buscar a los hermanos de la chica, no los encontré, así que con otros muchachos nos vinimos acá al fondo", continuó Isaías desde del camino vecinal donde este lunes una grúa retiraba el automóvil por orden judicial, para someterlo a peritajes.
"Cuando llegamos, había un tipo pero al vernos se subió a otro auto y se fue rapidísimo. Lo intenté correr pero no pude, se fue. No llegamos a ver la patente del otro auto. Pero por ver eso es que descubrimos el auto acá tirado, si no no lo veíamos", develó el testigo. "Nos quedamos acá para que nadie se lleve el auto, porque andaban esos y capaz que lo querían prender fuego", conjeturó.