El paraíso en el borde de Rosario: la Reserva provincial de Villa Gobernador Gálvez
Viaje al interior de un formidable y no tan conocido pulmón verde que une a Rosario con la localidad vecina. El disfrute público de esta belleza natural, hábitat de un centenar de especies, amenazada por la contaminación industrial y el desmonte.
En el extremo sur de la ciudad, al borde de la Circunvalación, se despliega uno de los pocos pulmones verdes de esta región. Atravesada por el arroyo Saladillo -y su tradicional cascada -, se emplaza la Reserva de Villa Gobernador Gálvez, un ambiente natural virgen donde habita una enorme biodiversidad de flora y fauna que en agosto pasado fue incorporado como reserva provincial, ahora protegida por ley en el sistema de Áreas Naturales Protegidas.
Un total de 89 hectáreas de la cuenca del arroyo Saladillo, antes de su desembocadura en el río Paraná, son compartidas por los municipios linderos, y constituyen un pulmón natural que mantiene el ecosistema de toda la región sur de la Bota provincial.
Coexisten en ese ecosistema natural más de 100 especies de aves migratorias, mamíferos, reptiles, insectos, y la flora que contiene la totalidad de las especies de la provincia (más de 200), desde el espinal hasta el pastizal pampeano. Investigadores de la Facultad de Farmacia y de otras ciencias realizan incursiones en sus especies de flora medicinal, y varios fotógrafos aficionados capturan instantes de su fauna a tempranas horas cada mañana.
El ingreso oficial está desde el lado villagalvense, por Circunvalación y bajada Nogués, donde se encuentra un enorme terreno parquizado con césped cuidado, al cual miles de ciudadanos visitan cada fin de semana ya que cuenta con juegos para las infancias, parrillas, una pileta de 2644 metros cuadrados, un vivero, canchas deportivas, y una granja educativa con animales que se puede visitar en familia o con grupos escolares.
La granja es el lugar de tránsito de especies decomisadas al comercio ilegal, tarea que realizan los guardafaunas provinciales. Desde las pasadas vacaciones de invierno, se acercan cursos de las escuelas primarias villagalvenses y de la zona sur de Rosario, donde hacen huerta y pan casero, con la idea de contacto con la tierra y la naturaleza.
Sobre el borde al fondo de este parque villagalvense se observa la zona boscosa. Allí se ingresa al sector protegido, donde se puede apreciar la cascada que cae desde el Parque Regional Sur de Rosario, un hilo de agua que baja sobre el arroyo desde allí, donde hasta hace poco se emplazaba la clásica cascada que cedió unos 800 metros y ya no hay forma de acceder a ella como antaño. La única otra cascada natural de la región se encuentra en el arroyo Pavón.
Al ingresar a la Reserva se cruza un puente de cemento con una valla que advierte la prohibición al acceso a la zona intangible (que no se puede intervenir). Debajo del puente, un brazo de pluviales del Saladillo corre y se observa una tortuga escondida. Lamentablemente ese brazo del Saladillo es parte del sector contaminado por efluentes del Frigorífico Swift, asunto que desde 2020 ocupa y preocupa a vecinos de esa ciudad (ver apartado).
Para que en unos meses se pueda realizar recorridos guiados al público, por estos días se trabaja en condicionar con barandas y mantenimiento de los cortafuegos de la Reserva. Desde que fue declarada protegida a nivel provincial, es tal la expectativa de conocer que los vecinos realizan consultas constantemente a la Asociación Amigos de la Reserva Natural. Habrá que tener paciencia y esperar este verano para el anuncio de la puesta en condiciones y comenzar los recorridos con guardafaunas de manera programada.
Para usufructuar el parquizado del ingreso (el parque regional de Villa Gobernador Gálvez), la entrada es accesible, a $100 por persona, y a eso se suma otro costo adicional en caso de querer pasar la jornada en la pileta en la temporada de verano. Los sábados y domingos el parque tiene alrededor de 5 mil visitas, y los días de semana también está abierto con mucha menos cantidad de gente, de martes a viernes.
Vecinos al rescate del desmonte en la Reserva
El Gobierno provincial entregó en 1993 este territorio dividido por el arroyo al municipio de Villa Gobernador Gálvez y al de Rosario, y en 1995 se aprobó una ordenanza municipal de la ciudad vecina, como área protegida municipal. Allí se hicieron las divisiones del área intangible y la parte recreativa, que le llaman "de amortiguación", para el uso de todos los vecinos sin dañar al ecosistema.
Hace unos siete años surgieron dos proyectos de crear una cancha de golf en medio del terreno, y una bajada náutica al arroyo, que influirían indefectiblemente fisonomía y ecosistema. Fue entonces que bajo el lema “La reserva no se toca”, cientos de vecinos del barrio contiguo llamado La Isleta, y de la Asociación Amigos de la Reserva, despertaron alarmas y reclamaron la declaración como área protegida que evitara cualquier construcción en el predio.
En 2015 un decreto del gobernador Antonio Bonfatti declaró al predio como reserva hídrica y la incluyó en la cuenca del arroyo Saladillo. Y en 2018 una Ordenanza del Concejo de dicha ciudad le otorgó una protección más específica bajo la categoría de reserva de la flora y fauna. La nueva ley aprobada en agosto de este año incluye a la Reserva dentro del corredor de espacios protegidos oficialmente por la provincia, y de esta forma se encuentra bajo el ala del Ministerio de Ambiente incorporado al sistema protegido oficialmente, y su flora y fauna son finalmente resguardadas.
Sin embargo. hace años se observaban los avances de obras con máquinas y obreros que comenzaban a deforestar el terreno. “Fue con el decreto de 2015 que ambos proyectos fueron retirados, y desde ahora al sumar al lugar como reserva natural ya se garantiza a futuro que esto no volverá a pasar”, destacó el diputado provincial Esteban Lenci a Rosarioplus.com quien promovió esta incorporación como área protegida.
Lenci recordó que en un principio se logró media sanción en Diputados pero luego perdió estado parlamentario en el Senado. “En abril de este año lo volvimos a presentar, y pudimos explicar a cada uno de los 19 senadores sobre este predio que es parte de dos ciudades de más de 1 millón 100 mil habitantes separadas por el arroyo Saladillo. Un lugar que no había sido tocado por las manos del hombre y que buscamos que permanezca de esa manera, preservarla para las actuales y futuras generaciones”.
El celador de sueños de ese hábitat
La persona que más conoce todo el ecosistema de la reserva es Marcelo Rodríguez. Él es guardafauna honorario de toda la provincia desde hace 20 años, y por afinidad, al ser vecino de la ciudad villagalvense, esta es la reserva que le toca proteger desde entonces. “Es uno de los últimos bosques nativos que tiene la provincia, son los últimos que quedan, y tiene a todas las especies de la región en su flora”, aseguró.
Entre los animales que enumeró Marcelo habitan el gato montés, gatos overos, comadrejas, chanchos, iguanas, tortugas y cientos de especies de aves. Entre la fauna se observan ejemplares de sina sina, espinillo, algarrobo blanco, tala, aguaribay, enredaderas, lapachos, cactus tuna con frutos y flores, y algunas exóticas como araucarias y eucaliptus.
El camino al traspasar el puente y la valla de ingreso, es de unos 10 metros de ancho. Cumple la función de cortafuegos principal de la reserva (franja ancha de terreno sin vegetación para impedir que se propague el fuego en caso de incendio). Este camino es recto e imponente, y se despliega unos cuantos metros desde el ingreso hasta desembocar en el arroyo Saladillo. Luego hay distintos cortafuegos que cruzan con éste, a través de los cuales serán los senderos para realizar visitas guiadas.
Marcelo aseguró que hace unas semanas hubo un principio de incendio y fue combatido por Bomberos de la ciudad con rapidez. “Siempre se iniciaron de noche, producto del uso del hombre de forma intencional o accidental”, aseguró sobre este flagelo que se vive en la región por la sequía y la negligencia, y que es difícil controlar, al igual que el problema del ecocidio en las islas del Delta del Paraná.
Destacó que la Asociación Amigos de la Reserva es una gran aliada del predio y realiza un inventario de todas sus especies. El primer relevamiento se hizo entre 2003 y 2007. “Lo realizan entusiastas de la fotografía que vienen temprano en la mañana y con mucho silencio para no espantar aves y mamíferos, dedican mucho tiempo”, aseguró el guardafauna.
Marcelo prometió ante reiteradas consultas de vecinos que quieren conocer la reserva: “Próximamente haremos las visitas guiadas, la idea es que todos los santafesinos conozcan esta propiedad y se la apropien también, porque lo que no se conoce no se puede proteger”.
Para habilitar los paseos y garantizar la seguridad “se va a colocar una baranda a lo largo de toda la barranca que da al arroyo, ya que esta tiene unos 30 metros de altura”, y contará con descansos con bancos de madera y cartelería con nombres de las plantas, adelantó el diputado Lenci.
En el sector al este, la reserva cuenta con varias quebradas naturales donde antes la gente iba a bañarse, montañas sin vegetación, erosionadas por el viento y la lluvia. “Después de las lluvias aparecen cada tanto huesos o alfarería antigua de los indigenes Chaná. Su simbología era de arcilla y su animal distintivo era una cotorra”, aseguró Marcelo. Otra gran causa de protección de la reserva, por el patrimonio histórico.
Desechos industriales en el arroyo Saladillo
Tanto del lado rosarino como el vecino fueron zona de balneario natural para vecinos durante muchos años en ambos lados de la cascada del arroyo Saladillo. Pero desde hace años viene cediendo la cascada y ya se movió 800 metros, y luego con la gran sequía de los últimos años, el nivel del arroyo bajó al mínimo y se perdió la bajada costera, que ahora es de unos 30 metros de altura. Hoy aunque hubiera bajada, o si subiera el nivel del agua tampoco los vecinos podrían bañarse, porque el agua está contaminada con efluentes del frigorífico Swift, algo que desde hace años está en carpeta del municipio vecino.
“La Municipalidad intervino ante la denuncia de contaminación por desechos pluviales y Ambiente municipal realiza estudios. El asunto es que esa industria debería sumar piletones que limpien sus desechos, algo que ya tienen otras industrias similares de esta zona”, aseguró Marcelo.
Lenci recordó por su parte que el municipio hizo una denuncia penal en la Fiscalía, y se espera resolución judicial que obligue a la industria tomar cartas en el asunto. “Presentamos documentación requerida y aun esperamos alguna instancia de investigación”, finalizó.