Rafael Nadal volvió a entrenar e ilusiona con su regreso
En un video que publicó el ex número uno del mundo se lo puede ver peleando a buen ritmo y sin molestias aparentes, todo hace suponer que está preparando su retorno. El kinesiólogo Gabriel Digerolamo, quien viajó por el mundo con atletas de elite, analiza la lesión del español.
Rafael Nadal conforma la exclusiva nómina que lo ubican como uno de los tres tenistas más grande en las historia de este deporte, pero debido a una seria lesión que afectó su pierna izquierda desde hace varios meses se mantiene inactivo y alejado de la competencia, por lo que su actual posición en el escalafón internacional es 240°. Pero esta semana, el ex número uno del mundo publicó en sus redes sociales un video peloteando en una cancha rápita e ilusionó a millones de fanáticos con su retorno a las pistas.
La última presentación del macorí de 37 años fue en enero de este año en el Abierto de Australia donde cayó en segunda ronda ante el estadounidense Mackenzie McDonald. Aunque para mediados de mayo amagó con regresar a su torneo fetiche, Roland Garros, pero los tiempos de recuperación de su lesión no fueron tal como los esperaba y anunció que no iba a competir más hasta fin de esta temporada.
Según las estimaciones, en relación a los puntos que Nadal debería defender en el circuito en lo que resta del calendario, podría terminar el año alrededor del puesto 500 del ranking ATP. Ahora, y al parecer por la superficie rápida en la que se lo ve entrenado a Rafa en el video que subió a su Instagram su reaparición podría concretarse en el Australian Open 2024, pero la incógnita permanece abierta.
Lo cierto es que en las imágenes se lo puede ver pelotear a buen ritmo, sin ningún tipo de molestia aparente, con un impecable estado físico y la misma potencia de siempre. Además, el propio Nadal le puso dos emoticones a su publicación: una tilde verde y una carita con anteojos.
Aunque el fantasma de su retiro de acrecienta, porque según sus propias palabras tal vez el 2024 sea el principio del fin. "Si les dijera el próximo año será mi último año, tal vez, quién sabe. ¿Y si de repente mi cuerpo se recupera y me siento fuerte y lleno de energía para continuar? En cuanto sepa la respuesta, se la compartiré, por lo pronto vivo el día a día”, dijo Nadal en la última entrevista que brindó a una plataforma online de TV española y agregó: “Mi esperanza es que a mediados de noviembre pueda tener la claridad para decir dónde estoy, cómo estoy y cómo está progresando la lesión. Actualmente me estoy recuperando, entreno 40 minutos al día, tres veces por semana, y trabajo mucho en el gimnasio". En la misma nota, Rafa reconoció que le es imposible jugar sin dolor, pero que por lo pronto es controlable.
El análisis de un experto sobre lesión de Nadal
A principio de año Nadal fue diagnosticado con una lesión de grado 2 en el psoas ilíaco en la pierna izquierda que lo dejó abruptamente afuera de las pistas. Para comprender la afección que tiene a maltraer al español, y por la cual pese a todo intento de recuperación los dolores son constantes, el kinesiólogo, Gabriel Digerolamo, quien viajó por el mundo acompañando a tenistas y deportistas de elite brindó detalles a Rosarioplus.com.
“En el complejo mundo de las lesiones que atraviesa Nadal es pecar de ingenuo pensar en que su lesión de psoas – principal responsable de la movilidad de cadera y participe de la biomecánica pelvis /columna lumbar- pertenece solamente a un inconveniente en esa parte del cuerpo”, expresó Digerolamo.
“¿Podríamos asociar esa afección con otras que padeció a lo largo de su carrera y que lo llevaron a estar tiempos prudenciales fuera de competición?”, cuestionó el profesional y de inmediato acotó: “Entendiendo que los golpes en tenis requieren de una combinación de posicionamientos del resto de articulaciones que intervienen en el mismo; podríamos considerar que Nadal llego a esta lesión producto de adaptaciones posturales biomecánicas debido a compensaciones tanto de su vieja lesión de tendón de rodilla -cirugía por ruptura de tendón rotuliano- y la compleja situación que padece en su pie -patología congénita del escafoide-. En esa necesidad de realizar gestos deportivos sincronizados y armónicos estos antecedentes no son un buen pronóstico”.
Como conclusión, Digerolamo expresó: “No es un detalle menor a su situación actual, el hecho de que existen estudios que se refieren a un desbalance muscular del psoas -y el glúteo- con el segmento contralateral, sumado a una alta demanda de los mismo en los golpes de drive, cuando se requiere de su utilización en movimientos rotacionales”.