En las últimas horas el gobierno nacional anunció su salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la decisión generó revuelo en distintas entidades vinculadas al sector. A través de una comunicado, la fundación Soberanía Sanitaria dio a conocer algunas de las consecuencias de esta decisión. Entre ellas, se destacan la falta de acceso a vacunas, tecnologías e insumos sanitarios y el apoyo de programas especializados.

Las consecuencias de la salida de la OMS, según Soberanía Sanitaria

Sin la cooperación de la OMS, perderíamos apoyo a programas clave en enfermedades transmisibles y no transmisibles, salud mental, materno infantil y vacunación. A mediano plazo, esto afectaría directamente la calidad de los servicios de salud.

También perderíamos el estatus de Centros Colaboradores en laboratorios de prestigio, como el INCUCAI, Malbrán y ANLIS. Esto nos aislaría de redes internacionales cruciales para mejorar nuestras prácticas y mantener estándares de calidad.

El Centro Nacional de Enlace del Reglamento Sanitario Internacional podría desaparecer. Esto complicaría el acceso a información en tiempo real sobre agentes infecciosos y emergencias en salud pública. Un retroceso en tiempos de crisis sanitaria.

También quedaría trunco el apoyo a la estructuración de servicios de salud y la formación de recursos humanos. Sin ese respaldo internacional, la capacidad técnica de Argentina se vería debilitada.

Ante una nueva pandemia, nos quedaríamos sin cooperación directa, sin apoyo técnico, sin ayuda para la compra de insumos y equipos, ni personal especializado. Un escenario dramático para enfrentar emergencias globales.

El abordaje de enfermedades poco frecuentes también se vería afectado. Las redes de cooperación internacional juegan un rol clave en materia de investigación y avances para el tratamiento de estas enfermedades.

La salida de la OMS también perjudicaría a las provincias, debilitando su capacidad técnica. Los organismos internacionales también articulan a nivel sub nacional, impactando en la salud de todas las provincias, más allá del Estado Nacional.

La OPS perdería financiamiento que recibe a través de OMS, que impactaría en el acceso a los fondos rotatorios y estratégicos para la compra de tecnologías e insumos sanitarios de primera necesidad.

En resumen, abandonar la OMS no solo aislaría a la Argentina en el ámbito internacional, sino que tendría graves consecuencias para la salud pública, la economía y el bienestar de la población.