La construcción se enfría y deja secuelas
La construcción se frenó en los últimos meses y un gran número de trabajadores se ha quedado sin actividad. Se suman miles de personas que migran a Rosario confiando en el boom de la construcción ocurrido hace unos años
La paralización de la construcción que acusa el sector privado, y más aún de la obra pública, ha complicado el panorama laboral. Los obreros finalizan una obra y no vuelven a retomar la actividad por varios meses, según describen en el gremio. La situación se complejiza con un fenómeno particular: la migración de personas de diferentes provincias que llegan a Rosario confiados en que está en marcha el sector y se termina superpoblando de mano de obra sin lugar donde trabajar.
Desde hace meses la obra pública ha pisado el freno y golpeó directo a los trabajadores que ven cómo las obras finalizan y ellos no logran reubicarse en otro obrador. Según cifras estimadas de la consultora Tendencias Económicas, unas 54 mil personas estarían en esta situación desde principios de año, aunque desde la Uocra local, el secretario Sixto Irrazábal, la elevó a más de 60 mil a nivel país.
El fenómeno particular que se está percibiendo en los últimos meses es que ha subido la migración de otras provincias, principalmente del norte, con intenciones de trabajar en las obras. Es que al oír la noticia de que en la ciudad hubo un boom inmobiliario y edilicio, se convencen de que hay oferta laboral, aunque de aquellos tiempos de derrame de la soja, sólo quedaron vestigios.
Incluso la obra pública se ha enfriado en la provincia. Y en obras que aún siguen en marcha a pesar de los vaivenes económicos se contrata menos personal, aunque ello implique extender los plazos de finalización. “Muchas veces en una obra se toma a menos gente. Por ejemplo si deben hacer una escuela, en vez de contratar a 180 obreros, contratan a 80, y se termina mucho después”, dijo a Rosarioplus.com el gremialista.
Ni bien se supo que Santa Fe percibiría nuevamente el 15 por ciento detraído de la coparticipación por la parte de la Nación, el gobernador Miguel Lifschitz afirmó que esos fondos se utilizarían para reactivar la obra pública. En los próximos meses se verá si logra cumplir la promesa.
Pero el mayor efecto en el empleo se percibe al no ejecutarse los proyectos de vivienda, dado que la demanda de personal es mayor y las tareas se mantienen en el tiempo. “Los planes de viviendas son los que dan laburo, necesitamos de eso y ahora no se están haciendo”, afirmó Irrazábal.
Por su parte, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Juan Chediack, hizo declaraciones al respecto, afirmando que los retrasos de los pagos de la obra pública fueron el desencadenante de la problemática. Por su parte, Irrazábal consideró que desde "las primarias" comenzaron a notar la paralización "cuando se vio que (Daniel) Scioli no ganaba en primera vuelta".