El temblor político en Bolivia que pone en el centro la necesidad de unidad
El levantamiento militar en Bolivia terminó con la detención por parte de la policía del ex jefe del Ejército, Juan José Zúñiga. El cimbronazo hizo que las diferencias entre Luis Arce y Evo Morales queden a un lado y en unidad se previó y desactivó el intento de Golpe
El presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció un intento de “golpe de Estado” por parte del ahora destituido comandante general del Ejército boliviano Juan José Zuñiga, quien fue relevado este miércoles junto a los demás mandos militares que participaron del levantamiento. Arce tuvo el apoyo del pueblo y también del expresidente Evo Morales con quien mantiene un enfrentamiento interno en el MAS, partido que los nuclea.
En diálogo con Rosarioplus.com Norberto ‘Champa’ Galiotti, secretario del Partido Comunista en la ciudad, contó los detalles del temblor político que este miércoles sacudió a Bolivia. Un susto importante para el gobierno de Arce que pone en el centro la necesidad de unir fuerzas y no de dividir, según su mirada.
– ¿Qué es lo que pasó en Bolivia?
– Norberto Galiotti: Un intento de golpe de Estado muy apresurado. Eran un grupo minúsculo, encabezado por el militar Juan José Zuñiga, con algunos vehículos militares con los que ocuparon la Plaza Murillo frente a la sede del Gobierno, en el centro de la ciudad de La Paz, y lograron la imagen preocupante del tanque tirando la puerta de la Casa Grande del Pueblo. Pero no les alcanzó para más que eso. En pocos minutos fueron desactivados y nombrado a los nuevos mandos del ejército, además de pasado a retiro a los subalternos colaboradores en la maniobra.
– ¿Cuál es la situación ahora en Bolivia?
– NG: Aparentemente la situación ya está controlada. El presidente Arce designó los nuevos jefes militares y ya se desalojó la Plaza Murillo. Se movilizó el pueblo, la Central de Trabajadores de Bolivia y ya salió el presidente Arce a hablar con el pueblo y a llevar tranquilidad. También ya se designaron nuevos mandos militares. Así que cualquier intento de desestabilización quedó sofocado por la pronta respuesta del gobierno y su pueblo que salió a repudiar la avanzada de un grupo menor de militares.
– ¿Qué intereses están en pugna?
– NG: Nosotros vinculamos esto con las mismas intenciones que estuvieron detrás del golpe contra Evo Morales, que es el fuerte interés de Estados Unidos sobre el litio. Sabemos que siempre que hay un intento de golpe en Latinoamérica atrás están las embajadas de EE.UU. También entendemos que no van a conseguir en Bolivia lo que entreguistamente con el gobierno de Javier Milei les está dando desde Argentina. Las principales reservas de litio están en el norte argentino, en Bolivia y en el norte chileno. Y como no lo consiguen por las buenas, recurren a sus métodos tradicionales, convocando a los sectores más reaccionarios de la sociedad.
– ¿Cómo es la relación hoy entre Luis Arce y Evo Morales?
– NG: Las divisiones son siempre un problema para el campo popular. Hay diferencias de métodos, de prioridades, de tiempo. Pero estuve hablando recién con distintos sectores de Bolivia y todos se dicen pertenecientes al MAS y todos quieren la unidad y van a trabajar por la unidad. El próximo año hay elecciones en Bolivia y algunos van a trabajar para que sea candidato Evo y otros para que lo sea Arce y que el pueblo sea que decida. Pero es un conflicto de tercer órden te diría, más que cuando se presentan estas situaciones. Evo mismo salió a repudiar el intento de golpe y pidió el apoyo del pueblo al gobierno popular de Arce.
– ¿El apoyo público de Evo Morales a Luis Arce puede redundar en un nuevo acuerdo en el MAS?
– NG: La división siempre perjudica. Lo que se evidenció es un clamor del pueblo boliviano de respaldo al gobierno de Arce, y la prueba de que las diferencias entre Arce y Evo no son sustanciales. Lejos de debilitar al MAS creo que se puedan sustanciar en un acuerdo político para que haya unidad en la próxima elección. El MAS en el gobierno ha mejorado muchísimo las condiciones de vida del pueblo boliviano.