El Frente Progresista aún no define su competencia interna para las elecciones del Concejo municipal. Al borde del cierre de listas, los candidatos especulan, se diferencian, y se aferran a estrategias para posicionarse en una elección que tendrá su contrapartida en 2023.

Hay una cuestión que atraviesa las definiciones. Pablo Javkin no quiere ceder en su primera elección como intendente para poder afianzar su poder que, hasta ahora, se mantuvo en base a acuerdos con otras fuerzas. Requiere una base de apoyo orgánica, incluso, que incluya lealtad. Sólo Fabrizio Fiatti es de Creo, y se suma como su ladera María Eugenia Schmuck, que es radical progresista. El resto del Frente Progresista pertenece a otros espacios.

Debido a esto el intendente movió rápido al lanzar al periodista Ciro Seisas como su candidato. El ex conductor de De 12 a 14 ya se mueve en los barrios y es el único candidato seguro por estas horas en el Frente. Con su debut, Seisas le garantiza fidelidad al intendente.

La otra cuestión que arremete en el Frente Progresista es el rol del socialismo. Después de perder a manos de Javkin la intendencia, parece lógico que vuelva a disputar poder aunque esté en baja y sin recuperación total de las derrotas de 2019. Más aún con la muerte de Miguel Lifschitz. 

Verónica Irizar parece la única alternativa potable para representar al partido de la rosa, aunque se suma a la compulsa el ex secretario y ministro de Salud, Miguel Ángel Cappiello, quien se distanció del socialismo referenciado en Lifschitz, y se cortó con el espacio Bases. Si bien avisó que quiere armar lista propia, no descartó acercarse y compartir nómina con el socialismo oficialista que conduce el partido a nivel provincial y nacional. 

Otra línea del socialismo es la que encabeza Luciano Vigoni, ex director provincial del programa Nueva Oportunidad, que pretende sumar una lista o al menos negociar espacios. Este espacio tiene base territorial y de juventud, luego de años de trabajar en el programa de inclusión social mencionado.

Por último, se destaca las intenciones de Lisandro Zeno, el joven outsider que ingresó por el Partido Demócrata Progresista en 2017 –aupado por Lifschitz– y levantó su protagonismo. Lichu pretende el segundo lugar en la lista oficial, algo que parece complejo de obtener. Por eso es que se lanzará con lista propia si no logra un lugar que lo contente.

Vale recordar que después de las PASO, el sistema D'Hont cruza a los más votados, pero rige la premisa de hacer valer la paridad de género en cada nómina, por lo que la ecuación se complica para unos cuantos que no obtengan buenas plazas. Por eso es que apuestan a cortarse con lista propia.