El peronismo santafesino empieza a asomar la cabeza luego de la dura derrota en las elecciones. El primer paso para reflotar fue organizarse institucionalmente en el PJ provincial: ya hay nombres y ganadores en la nueva conducción.

El peronismo estuvo durante algunos meses sin poder agarrar al toro por las astas. Los intendentes se organizaban pero también discutían internamente, el rumbo no estaba muy claro y, en definitiva, nadie terminaba de dar el paso firme hacia adelante. En esa laguna veraniega, la política tradicional terminó ordenando: el grupo de los senadores departamentales no vaciló y abordó la situación. 

El senador Rubén Pirola es el que estuvo encima con un perfil bajo y el apoyo del sanlorencino Armando Traferri. Cocinaron a fuego lento y terminaron optando por Guillermo Cornaglia, exsenador por el departamento Belgrano, para la presidencia. Mientras, varios dirigentes se veían con el traje de la conducción y se enredaban en unificar una postura. 

“Avanzaron en la estrategia los senadores”, dijo medio resignado un dirigente. “Son la síntesis de la unidad”, detalló por su parte un intendente. Parece haber sido más envión por resolverlo que un acuerdo total. 

El exsenador Guillermo Cornaglia tiene todo los números para conducir el PJ

“Se acordaron los criterios de distribución, aún los nombres”, fueron más cautos. Pese a que la situación no fue armónica, aparentemente todas las tribus tendrían su parte. Si bien en principio se especuló con que la vicepresidencia quedaría para Silvina Frana, del sector de Marcelo Lewandowski quien fue el ganador de la interna para la elección de la gobernación por amplia diferencia, finalmente no será así y el sector no será parte de la Mesa Ejecutiva según confiaron a Rosarioplus. Todo un mensaje.

Lo que sí se acordó es que el presidente y vicepresidente sean personas sin cargos públicos para que puedan poner el cuerpo y recorrer si es necesario. El PJ debe empezar a reactivarse y entienden que con calentar la silla no les alcanza. Los senadores tienen a mano el peso territorial y es lo necesario para volver a renacer y convencer. 

¿Por qué los senadores avanzaron y se quedan con la conducción si también hubo una sangría en el Senado y de sólo la mitad de los 12 peronistas sobrevivió al huracán Maximiliano Pullaro? Bueno, el poder real parece conservarse sin titubeos en esa matriz que es el Senado. Incluso, su peso económico incide: bancar la estructura del PJ con lleva cerca de 10 millones mensuales que alguien debe poner. 

De esta forma muestran que la resistencia al gobierno radical que tiene mayoría en todos los niveles la harán con sus modos, sin sobresaltos, e incluso con armonía con el Gobierno. Al menos al principio.