Perotti por la suya
El gobernador Omar Perotti volvió a quedar fuera del protagonismo del PJ en momentos decisivos. Por un lado no colocó nombres de confianza en la lista a la Cámara de Diputados de la Nación, y mucho menos se sumó a la rosca de los gobernadores que operaron para que Sergio Massa se convierta en el único candidato presidencial de Unión por la Patria. Claro, su amigo Daniel Scioli era el perjudicado, pero más allá de eso, decidió no meterse en la rosca.
Puede sonar consecuente: nunca pisó ese tipo de negociaciones nacionales. Pero también puede considerarse que en este cierre presidencial era gobernador de una de las tres provincias más pujantes y un bastión electoral de peso. En conclusión, su única aspiración es liderar la Legislatura provincial. Su nueva posible quinta.
Incluso se tomó sus días -si algo maneja a disposición son los tiempos políticos- para opinar de la nueva fórmula del peronismo. Apenas unas palabras protocolares respondiendo una pregunta de la prensa. Ni tweet, ni bendiciones. Y eso que fue el primero en bancar al Massa ministro de Economía; y eso que hubo química siempre, y eso que hubo acuerdo con el massismo para la elección de Marcelo Lewandowski candidatos a gobernador. Vale recordar que el vicepresidente en la fórmula es Agustín Rossi con quien no se lleva muy bien.
Con los días volvió a ser consultado por el tema y algo cambió de su discurso. Dejó madurar la cuestión, que de por sí tuvo un cierre farragoso, y vio que era hora de leer el nuevo escenario político. Hasta se animó a hablar de “una nueva etapa” en el justicialismo con Massa. Habló del ministro de Economía, no mencionó al Chivo.
Ahora bien, ¿con qué nueva etapa se ilusiona Perotti? Con alguien no tan confrontativo y destructivo como puede ser el kirchnerismo duro, pero tampoco alguien sin acción como Alberto Fernández con quien terminó teniendo una distancia. Es decir, grieta no, gestión sí. Y con visión federal en lo posible.
Si bien coqueteó en algún momento con dar algún salto a nivel nacional vendiéndose como un peronista de centro, dispuesto y del interior, esa ventana la cerró. Perotti se corre de todo, no quiere distracciones y peleas en vano, y se enfoca en la suya: pelear por la presidencia de Diputados que tampoco la tiene asegurada.