El Plan de Renovación Urbana Área Penitenciaría que el Palacio Vasallo aprobó este jueves, casi de forma exprés, generó el repudio de los vecinos de las manzanas comprendidas entre avenida Pellegrini, Ovidio Lagos, Zeballos y Suipacha, los cuales habían presentado una nota en el Concejo para dar su postura sobre el proyecto inmobiliario que se desarrollará en la Unidad de Detención Nº 3.

“Cuando nos enteramos del mega proyecto, nos movilizamos rápido y juntamos alrededor de 56 firmas de vecinos”, comentó Laura, vecina del barrio, sobre el pedido formal que realizaron el martes pasado, cuando el proyecto del Ejecutivo ya había salido de las comisiones. “Pedimos una reunión urgente para que fuéramos escuchados, pero no tuvimos respuestas”, agregó.

El proyecto en la vieja cárcel contempla la construcción de cuatro torres de 66 metros de altura, con espacios interiores y una infraestructura de uso mixto, como centros de gastronomía, deportes y cultura.

Ante este plan de obras, los vecinos plantearon algunas alternativas, sugiriendo que el espacio que actualmente ocupa la cárcel podría tener un uso más orientado al bienestar comunitario.

“No queremos el mega negocio inmobiliario, estamos acostumbrados a una idiosincrasia en el barrio, que no tiene nada que ver con estas torres”, apuntó Laura, en diálogo con Rosario Plus, y sugirió: “Queremos un proyecto que apunte al bien común, al barrio, que sea para la ciudadanía. Se podrían poner mercados populares que generan puestos de trabajo, como el Mercado del Patio”.

Además, los vecinos también mostraron su disconformidad con la instalación de la Estación Policial Centro. “Si ponen la comisaría, vamos a tener entrada y salida de patrulleros todo el tiempo, se nos va a ir la tranquilidad del barrio”, indicó la mujer.

Respecto al traslado de la Unidad de Detención Nº 3 del histórico edificio, Laura comentó que provocó diferentes opiniones entre los vecinos. “Yo viví toda mi vida frente a la cárcel y nunca tuve problemas, siempre fue seguridad para mí”, aclaró,

“Queremos ser escuchados, no nos vamos a quedar de brazos cruzados, no sabemos si algún abogado puede impulsar el reclamo”, concluyó la vecina.