A 400 años del nacimiento de Murillo, Rosario espera por su cuadro robado
Este año se conmemora el 400º aniversario del nacimiento del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, un hito en la historia del barroco que Google decidió homenajear este jueves con uno de sus doodles. Aunque parece algo lejano y ajeno, lo cierto es que una valiosísima pieza en la obra de este artista tuvo su deriva en la ciudad donde terminó siendo el eje de uno de los robos más importantes al patrimonio cultural de la ciudad. Hace 35 años que el Santa Catalina fue robado junto a otras cuatro pinturas del Museo de Arte Decorativo Firma y Odilio Estévez de la ciudad. Interpol recuperó este año el óleo que aún espera por volver a Rosario.
Bartolomé Esteban Murillo fue un pintor barroco español que le dio su impronta a uno de los movimientos artísticos más importante de la historia del arte. Conocido como uno de los grandes maestros de la pintura, nació el 31 de diciembre de 1617 en Sevilla y murió a los 65 años en la misma ciudad, un 3 de abril de 1682. En esas décadas de vida creó, entre tantas otras pinturas, a Santa Catalina, una de las tantas obras dedicadas a la copatrona de Europa e Italia y considerada una de las grandes místicas del siglos XVI.
La obra llegaría a Rosario en 1927, como parte de la colección de Odilo Estévez, un inmigrante gallego que llegó a Argentina a las 14 años en 1884 y que hizo una fortuna con la empresa yerbatera que fundó en la ciudad. Son los inicios de la conformación de un campo cultural. En 1983, apenas devuelta la democracia al país, la obra sería robada por un grupo paramilitar de la casona con fachada de mármol ubicada frente a las plaza 25 de Mayo.
En diálogo con Rosarioplus.com Clarisa Appendino, subsecretaria de Industrias Culturales y Creativas en la Secretaría de Cultura de la ciudad, contó la importancia de esta obra para a ciudad al cumplirse cuatrocientos años del nacimiento de su autor.
Lo primero que se podría decir es que Santa Catalina es una digna hija de Murillo y este a su vez, de la época que lo gesta. “En el siglo XVII se da el apogeo de la pintura barroca en el marco del movimiento contra reformista, que buscaba hacerle frente a la reforma protestante por la que el cristianismo estaba perdiendo adeptos. Desde la pintura se busca entonces construir una religiosidad, sensibilizar a los espectadores y de este modo reivindicar el poder de la Iglesia católica”, expuso la también profesora en la materia Historia de las Artes de la licenciatura en Bellas Artes en la Universidad Nacional de Rosario .
Esto explica el contenido de las pinturas de Murillo que, según afirma Appedino, “no solo es parte de la historia del arte universal, sino que es parte de la historia de la ciudad”. Es que “la llegada de esta obra se enmarca en lo que son los primeros pasos de la conformación del campo cultural de la ciudad. Un proceso que arrancó con aportantes privados que tenían un interés en incidir culturalmente para lo cual generaban colecciones que exhibían luego en sus propios espacios o las donaban a instituciones públicas”, describió.
La elección de este pintor tiene una explicación: “La mirada a principios del siglo XX para la conformación de esta campo cultural está puesta en Europa. Murillo es uno de los nombres que circulan. Estas familias en busca de la construcción de un acervo cultural apuntan a lo que figura como relevante para el campo artístico en esta época”, detalló. Tampoco había muchas opciones, “los autores contemporáneos como Monet no circulaban aún en el mercado cultural y la pintura en el país era incipiente, justamente se estaba conformando”, añadió.
Este 1º de noviembre la policía uruguaya realizaba un procedimiento en la ruta interbalnearia, a pocos kilómetros de Montevideo, cuando interceptó un vehículo que era seguido como parte de una investigación de Interpol. Allí encontraron al Santa Catalina, tras 35 años de desconocer su paradero.
Si bien la Municipalidad de Rosario inició inmediatamente los trámites ante los Tribunales e Interpol para repatriar el cuadro del artista barroco sevillano del siglo XVII, el camino es lento. Por el momento lo que sí se pudo hacer es reunir al óleo con su marco original, como parte de una de las tareas de reconocimiento y autentificación de la pieza. La Secretaría de Cultura de la ciudad compartió ese momento en sus redes.
A cuatrocientos años del nacimiento de Murillo y 35 de uno de los robos más importantes al patrimonio cultural e histórico de la ciudad, Rosario aún espera la restitución del óleo con el que volverá parte de las historias que cuentan la ciudad.