La industria de maquinaria agrícola, con su polo por excelencia en el corazón santafesino, se ha colocado como la punta visible de la recuperación de la actividad económica. El Gobierno lo empuña como ejemplo en un escenario sin demasiado para mostrar. Las fábricas de sembradoras, cosechadoras y tractores han evidenciado verdaderos brotes verdes con niveles de actividad que hace años no se detectaban y muy superiores al promedio industrial y metalúrgico.

El sector acumuló un aumento de 33% en la primera mitad del año, siendo el de mejor desempeño dentro de las actividades metalúrgicas y ya supera los niveles de 2019, según datos de Asociación de industriales metalúrgicos (Adimra). Actualmente genera casi 13.000 puestos de trabajo directos representando cerca del 5% del empleo metalúrgico y más del 20% del empleo del sector de bienes de capital.

El clúster se destaca en Amstrong y Las Parejas, donde las grandes firmas nacionales hacen toda la cadena productiva a diferencia de las extranjeras John Deere, ubicada en Granadero Baigorria, o New Holland que importan varias piezas para el ensamble local. Esto da menor valor agregado y empleo, un punto que se ha disparado entre las nacionales.

Maquinaria agrícola, el tractor de la economía pandémica

La política santafesina ve el empuje del sector como los senadores y precandidatos por el Frente de Todos, Roberto Mirabella y María de los Ángeles Sacnun, quien buscan declarar a la producción nacional de maquinaria agrícola como industria estratégica y aprobar un régimen específico de promoción.

Agotado

La venta de este rubro aumentó 93,4% interanual en el primer trimestre del año, al alcanzar una facturación de $25.277 millones, informó el INDEC. El dato interanual del primer trimestre es clave porque es cuando se prepara la campaña.  Tractores, sembradoras e implementos a la cabeza.

“Hoy es prácticamente imposible comprar una máquina nacional para retirar ahora, porque están todas vendidas hasta fin de año”, afirmó semanas atrás en una radio de alcance nacional el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

Su par de Agricultura, Luis Basterra, sostuvo algo similar en el aniversario 137 de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) al indicar que las ferias y eventos del sector se suspenden por el mismo motivo: no tienen que mostrar porque está todo vendido.

A qué se debe esto. Bueno, hay dos factores claros determinantes: la mejora de los precios internacionales que se dieron en el primer semestre y el cepo cambiario. Este último sirve como refugio dado que los equipos y máquinas están dolarizadas y a precio oficial. Al no poder comprar dólares, compran máquinas para dolarizarse.

"Al ser un sector donde el financiamiento cumple un papel central, que haya líneas específicas para fomentar la adquisición de bienes fabricados en el país, es una parte central para explicar el buen desempeño relativo del sector. Esto no significa que haya sido el único factor", agregó a Rosarioplus, Yanina Busquet, departamento de estudios económicos de ADIMRA.