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El dedo en la llaga del PJ

Y la transición un día volvió a calentarse. El socialismo realizó una jugada en la Legislatura que terminó de demoler los ánimos del peronismo. En rigor, metió en el sprint final del año la aprobación del proyecto que permitirá al Plan Abre alcanzar a todas las ciudades de Santa Fe. Esto trae consigo un gasto social no contemplado en el próximo gobierno y más con la preocupación del déficit.

“Aceleraron el proceso de sancionar leyes que hace años descansan en las comisiones, buscando condicionar el funcionamiento y la toma de decisiones del gobernador electo Omar Perotti”, dijeron desde el bloque PJ. Más punzante fue el diputado e integrante de la transición, Leandro Busatto: “Hay un intento sistemático del gobierno saliente de dejar un campo minado para que el gobierno de Perotti asuma con enormes dificultades”.

El socialismo niega las intenciones mencionadas por el legislador, pero no es inofensivo: mete el dedo en la llaga de la incipiente interna del PJ. Vale recordar que el proyecto que extiende el Plan Abre y generó la polémica es de la autoría del senador Armando Traferri, quien hace unas semanas se retiró de la mesa de transición marcando diferencias con la conducción de Omar Perotti.

Cambiemos se rompe en el Concejo

La conducción provincial de Juntos por el cambio, hoy en manos de Federico Angelini, empezó a cuestionarse desde adentro del macrismo. Y tuvo el epicentro en el Concejo municipal con la ruptura del bloque de Cambiemos. Por un lado quienes bancan a Angelini y por otro los que piden cambiar las formas por que entienden que las elecciones a diputado fueron un fiel reflejo de sus modos.

Si bien aún no se materializó en una separación formal con cambio de nombre, en la práctica la distancia entre los concejales macristas es evidente desde hace meses. Por un lado se encuentra el grupo de Roy López Molina, Renata Ghilotti, Agustina Bouza, Agapito Blanco y en principio Germana Figueroa Casas. Y tienen respaldo del diputado Lucas Incicco y los diputados provinciales Sergio Mas Varela y Germán Mastrocola que hicieron lo propio en la Legislatura.

Del otro lado se encuentra Carlos Cardozo, Alejandro Rosselló, Gabriel Chumpitaz -que desembarca en la Legislatura-, Anita Martínez y un puñado de dirigentes que se embanderan detrás del armador Angelini. Se le suma probablemente la radical Daniela León que aún no se sabe si hará bloque propio dentro de Cambiemos en el Concejo.

El jueves quedó expresada la división en dos fotos. Agustina Bouza subió a su Instagram una foto con el grupo díscolo junto a la frase: “Reunión de bloque”, y se ve al grupo sonriendo. Horas antes, Angelini y el resto de sus aliados junto al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, celebrando el paso del funcionario por Rosario. Hubo un llamado previo a Frigerio, avisando que no formarían parte del encuentro por no compartir la conducción de Angelini.

Esto le dará el año que viene una dinámica inusual al Concejo. El PJ se encamina a unificar bloque, el Frente Progresista en principio tendría cohesión, mientras que ahora Cambiemos estará la menos desdoblado.

Lifschitz a Fernández para Perotti

Alberto Fernández llegará este domingo a Santa Fe para participar del primer debate presidencial y luego aprovechará para sacarle jugo nuevamente al vínculo con Omar Perotti que tanto rédito le dio en la previa a las Paso. En aquel momento, el gobernador electo le abrió la provincia en sectores industriales puntuales donde sin su intermediación no podría haber logrado. Perotti es una espada del federalismo que propone Fernández para construir su modelo de poder.

El vínculo entre el candidato del Frente de Todos, favorito para convertirse en presidente, y Perotti ha sido reinterpretado por el gobernador en funciones Miguel Lifschitz.

“Suponemos que el gobierno entrante corregirá muchas de estas situaciones, al menos cumplirá con los fallos de la Corte. Esperamos que un gobierno nacional cumpla con los fallos como corresponde. Le representará al próximo gobierno provincial en el inicio de su gestión no menos de 70 u 80 millones para obra pública. Eso es una situación muy favorable”, deslizó Lifschitz en la semana en conferencia de prensa.

Lo que hace es presentar otra mirada a la que está mostrando el gobierno entrante de una presunta situación asfixiante en lo financiero. Y lo hace con un tiro por elevación a Fernández. “El gobierno provincial entrante se encontrará en buenas condiciones, en la medida, obviamente, que el gobierno nacional corrija las políticas económicas y su actitud frente a las provincias”. Restan dos meses de reacomodamientos: por un lado el de la futura oposición y, el más complicado, el del futuro oficialismo que tiene que empezar a administrar la provincia mientras reconfigura su poder.