Sin recoger el guante
Javier Milei avanzó con la venganza contra los gobernadores tanto verbal como con el ajuste. El santafesino Maximiliano Pullaro por ahora no contesta los agravios.
Seguramente Javier Milei nunca escuchó a Alejandro Dolina en alguna trasnoche de su programa La venganza será terrible, pero acuñó el término a la perfección en su disputa política por la ley Bases. La venganza fue terrible contra los gobernadores que, según afirma, lo traicionaron, y empezó a cortar el chorro de recursos. Los subsidios al transporte fueron la primera rama de, probablemente, una larga poda y un nuevo modo de gobernar.
La situación es curiosa porque el Presidente desde su cuenta de Twitter y cada vez que le dan el micrófono dice barbaridades, insulta y calumnia como si nada. Sin embargo, la dirigencia opositora plausible de acompañar el proyecto ley Bases para dar gobernabilidad no responde.
Pareciera que hay un umbral de tolerancia hacia las acusaciones y modos más grotescos, inimaginables de perdonar si lo hubiese aplicado otro presidente. El propio gobernador Maximiliano Pullaro ha tomado una posición de mesura ante la acusación de traidor y extorsionador del libertario y hasta pone la otra mejilla y pide discutir.
Incluso dejó pasar la situación cuando el Presidente retuiteó en dos ocasiones publicaciones que lo acusan de narco. Distinta posición tomó cuando la misma agresión provino en campaña de su rival en la interna Carolina Losada.
Probablemente responda a una responsabilidad de mandatario de no generar más caos. Es una pelea prematura más para las redes -como pretende Milei- que para la politica real. Pullaro entiende que en su rol de gobernador no puede discutir en esos términos de bajeza, y al agravio y la prepotencia es mejor responderle con diálogo y centrarse en lograr gobernar para Santa Fe. Las energías ahí.
El único que respondió con dureza en redes a los ataques que recibió del oficialismo el gobernador fue el secretario general del Gobierno santafesino, Juan Cruz Cándido. Cándido, recogió el guante y lanzó una fuerte advertencia a través de la plataforma X: “No jodan con Santa Fe que sin nuestros puertos no van a tener ni para pagarle a los trolls”. Tomó la agenda nacional durante el viernes.
Claro que la guerra parece desatada y más temprano que tarde el vínculo, sobre todo si siguen los recortes, se tensará. El pullarismo está que pela por más que mantenga los modos el gobernador. Entienden que La Libertad Avanza creó -y se cree- un relato que es el que perdura en las redes sociales. Es un relato virtual para los seguidores libertarios y bíblico para el Presidente que también utiliza Instagram para ilustrarse como un león o Terminator contra la casta.
Pullaro no pataleó sobre la quita de subsidios al transporte, se mostró perplejo y dijo que no se esperaba ese golpe bajo. Incluso envió un mensaje que tiene más de buenas intenciones y mostrar ser líder que de realidad: "Nos vamos a arreglar, vamos a discutir, vamos a readecuar las tarifas y vamos a salir adelante, como hizo siempre la provincia de Santa Fe, que sola le puso el pecho a los problemas”.
Esto recién empieza y ya hay un versus sobre la mesa: libertarios vs gobernadores y sobre todo de la Región Centro, con Pullaro y el cordobés Martín Llaryora. Se verá si en algún momento la situación los impulsa a subirse al ring, algo que Pullaro sabe hacer como boxeador aficionado. Por ahora tiene la mano prohibida.