Una gestora reclamó a la Muni la entrega de vehículos que compró: así se destapó el escándalo
Una queja de una compradora insatisfecha destapó la corruptela del corralón municipal: había pagado por un auto y una moto, pero no se los habían entregado. El predio está cerrado mientras se realiza una auditoría e inventario.
La estructura de corrupción que el intendente Pablo Javkin reveló este jueves sobre el corralón municipal de Tránsito quedó al descubierto por un defecto de esa operatoria ilegal: alguien pagó y no obtuvo en tiempo y forma el vehículo que esperaba, al margen de que la transacción fuera clandestina.
Una mujer que ofició como gestora automotor presentó allá por setiembre pasado una queja al Ejecutivo municipal porque había concretado la compra de un automóvil y de una moto –a precios muy por debajo de los de mercado, por cierto– pero luego de esperar en vano, no recibió ninguno de los dos vehículos, reclamó.
“Todo empezó a partir de una persona que vino a denunciar a la Municipalidad, y una vez que empezamos a trabajar y tuvimos pruebas, radicamos la denuncia a mediados de setiembre. Ella dijo que había comprado una moto y un auto por un valor irrisorio, que nunca se lo habían entregado. Es una especie de gestora, dijo que los vehículos no eran para ella, y ahí aparecieron otros datos que aportó, y así se configuró la denuncia”, narró el secretario de Control y Convivencia municipal, Diego Herrera.
El funcionario confirmó que al profundizar en los registros del depósito situado en barrio Godoy (Pte. Perón al 7900), detectaron que había varios vehículos que figuraban como compactados pero sin embargo, algunos estaban apartados en un sector. Se presume que esas unidades estaban destinadas a la venta, o habían sido vendidas ya, a la espera de que los compradores las retirasen.
“Encontramos vehículos que figuraban como compactados, pero algunos estaban apartados en el corralón. Y otros que directamente ya no están allí. Luego, vimos motos desarmadas, lo que nos hace sospechar de la posibilidad de que hubiera venta de autopartes y repuestos”, develó Herrera.
El funcionario precisó entonces que el corralón dejó de estar bajo dependencia de la Secretaría de Gobierno y pasó a estarlo en el área de Control y Convivencia. Mientras tanto, se nombró por 90 días a un interventor mientras transcurre la auditoría administrativa. El predio de zona oeste, en tanto, queda clausurado por los próximos días hasta que concluya el inventario y se coteje con los registros de depósito.
Entre el corralón de Bella Vista, y de Moreno al 2400, donde está la sede de Tránsito, se acumulan unos 5.000 automóviles y motos.