Acindar niega un ajuste y promete cubrir los puestos
La empresa se defiende y dice que no se trata de un plan de flexibilización el despido de doce operarios, y que los puestos se van a cubrir en el futuro. Por lo pronto, ingresaron dos efectivos y se negocia por otros cuatro
Trabajadores desvinculados, paro total, conciliación obligatoria y a negociar. Que dos adentro y cuatro afuera; que los contratados vuelven; que de ninguna manera. Que dos adentro y hablamos.
Con estos insolubles contrapuntos se fue desarrollando el conflicto que acaba de cumplir un mes y aún está en veremos y en estado de conciliación obligatoria. Pero es preciso ahondar en los motivos por los cuales la empresa borró de un plumazo a una docena de trabajadores y se estira una negociación.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) tiene como máxima en sus pretensiones que nadie quede afuera, aunque aceptan que a veces se debe ceder algo para no perder todo. Por su parte, la empresa no se había pronunciado en los medios, pero Carlos Vaccaro, gerente de Asuntos Externos de Acindar, accedió a hablar con Rosarioplus.com y expresar su postura.
Respecto del motivo que alude la siderúrgica por la desvinculación de trabajadores, Vaccaro sostuvo que los despidos han sido “una decisión de la empresa atada al derecho de poder optar con quienes trabajar”.
“Por distintos hechos, hemos tenido interrupciones que nos costaron unas 30 mil toneladas de acero, lo que serían unas doce torres Dolfines de Puerto Norte, principalmente por ineficacia personal. Dentro del marco que nos asiste, podemos elegir con quién queremos trabajar”, explicó y resaltó que “los colaboradores trabajan con buena fe y profesionalismo, y se busca preservar esto en el desarrollo de la producción”.
El conflicto se originó en el sector de Colado Continuo, neurálgico en la cadena de la acería. La empresa decidió no prolongar los servicios de cinco contratados, y según el gremio, no respetó la antigüedad y cesanteó a quienes tenían más años en el puesto. Esto produjo que el sector detuviera la producción, pero la empresa redobló la apuesta y bloqueó el acceso a la planta a seis trabajadores efectivos, lo que derivó en el paro general de la fábrica controlada por la corporación india Arcelor Mittal.
De manera extraoficial, en la planta de Villa Constitución se sabe que a la patronal no le caían bien actitudes de trabajadores que militan allí. Ese malestar abonó el conflicto.
Desde el gremio prefirieron mantener distancia de la polémica y supeditarse sólo a contrarrestar el pragmatismo que aplicó la empresa.
Desde Acindar, Vaccaro se expresó con la misma discreción y prefirió mantenerse al margen “de las cuestiones internas”.
¿Flexibilización?
Viene al caso apuntar que corrientes sindicales enmarcaron los despidos en una política de flexibilización de la empresa al repasar algunas medidas similares en el último año que responderían a una baja en la demanda de sus productos. Vaccaro afirmó: “Desmiento la flexibilidad laboral de la que se habló, o una cuestión sistemática. No estamos perdiendo puestos laborales, sino que se van a recomponer en lo próximo. Sólo buscamos mayor competitividad”.
A las interrupciones que costaron miles de toneladas perdidas según el gerente, se debe acoplar el contexto de baja demanda de los sectores del mercado interno, sobre todo la agroindustria y la automotriz, aunque la construcción se muestra con demanda “sostenida” Un Brasil resfriado y la baja en las exportaciones, son otros puntos en el análisis de la situación de la empresa, aunque es sabido que la acería siempre ha sido un mercado fluctuante.
La situación laboral hoy
Por un lado, los trabajadores precarizados son el eslabón más frágil en la negociación, porque tienen un contrato a plazo fijo, en el que el marco regulatorio es concreto. La empresa fundamenta que “generalmente ingresan para cubrir puestos de efectivos que por alguna razón tienen licencia”. Hasta ahora, dos de los seis ingresaron y parece que así se sellará el conflicto.
Los seis empleados permanentes son el eje de la cuestión. “La última oferta que propusimos fue incorporar a dos efectivos que estaban suspendidos (que se sumaron el sábado), a dos personas desvincularlas totalmente con una indemnización muy buena y superadora de cualquier figura de despido, y las otras dos seguirán siendo motivo de negociación por los próximos meses. Pero al momento se acordó que los dos suspendidos estén adentro y el resto seguir tratando la situación”.
A un mes del conflicto, la conciliación se prolongó y tiene unas semanas más para poder llegar a una solución. Esta semana continúan las audiencias con el desgaste propio de este tipo de conflicto en el que nadie quiere ceder.